Cómo sería de mágico que alguien viniera y me ordenara todas las letras que hay en mí. Que eligiera el orden de salida, la forma y la extensión. Que colocara todos los sujetos y predicados.
Apuntar algo cuando se te ocurría era lo que marcaba la diferencia entre ser capaz y no ser capaz de escribir.
Siempre llevo un diario encima. Quien dice diario dice app de notas o pequeñas libretitas. He llegado a escribir en servilletas pero acaban rápido tiradas en cualquier sitio. No son muy cómodas, la verdad.
Si ordenara todas estas frases aún no escritas, quizá sería capaz de teclear algo más que una newsletter. Estructurar un poco esto (sea lo que sea).
Así cuando me preguntaran por la temática de Barraca Lab podría responder algo más interesante que:
No sé. Supongo que autoficción. Es un lienzo en blanco para mí.
La línea entre crear porque sí o crear para hacer un producto es finísima.
-línea-
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“Siempre es bueno tener un hobby que sea refractario a toda forma de lucro… Así que persigue tus sueños hasta hacer de ellos tu trabajo y entonces corre en la dirección opuesta.” - David Rees
Gracias por des-romantizar el escribir en servilletas. Se tenía que decir. Es sumamente incómodo.
Tal vez la temática de todo siempre es uno mismo. Y como decía Wal Whitman:
¿Me contradigo?
Muy bien, me contradigo.
(Soy amplio, contengo multitudes).
Barraca Lab puede ser tan inmenso u múltiple como tú.